Los espacios arrendados a las religiones, su régimen jurídico y la agresión a otras religiones

Montevideo, 29 de noviembre de 2012

La Coalición por una Comunicación Democrática ve con preocupación la falta de controles sobre el arrendamiento de espacios que muchos medios de comunicación realizan en sus transmisiones a grupos religiosos, que en muchos casos los utilizan para agraviar e incitar al odio contra otras religiones.

Los medios de radiodifusión, de acuerdo a las leyes y decretos que regulan la actividad, deben contar con autorización expresa del Poder Ejecutivo para realizar transferencias a cualquier título de las frecuencias otorgadas. Asimismo, deben comunicar semanalmente a la Unidad Reguladora de Servicios de Comunicación (URSEC) su programación completa y las emisiones deberán ajustarse estrictamente a los programas. (Art. 34 del decreto 734/78) 

No es procedente, por tanto, el argumento de los titulares de las frecuencias de televisión en el sentido de que esos programas se emiten luego de finalizada la programación habitual de la emisora. El mismo decreto obliga a los titulares a individualizar al canal con su nombre y símbolos cada media hora durante toda la emisión. Por lo tanto, la legislación no permite a los titulares de las frecuencias irresponsabilizarse voluntariamente del contenido de todos los programas que se emiten en la misma.

Sostener que los programas religiosos no integran la programación del canal es inadmisible, puesto que configuraría por la vía de los hechos una transferencia parcial de la frecuencia, algo expresamente prohibido por la ley vigente.

Parece grave además que, desde esos espacios, se emitan mensajes de odio hacia otras religiones y se demonice todo aquello que no comulgue con sus ideas. Varias organizaciones vinculadas a la religión Umbandista, algunas de ellas pertenecientes a la Coalición por una Comunicación Democrática, denunciaron en forma reiterada ante el Ministerio de Educación y Cultura (MEC), la URSEC y la Justicia el hostigamiento y la instigación al odio que practican estas otras religiones hacia el umbandismo desde los medios de comunicación que ceden sus espacios.

La legislación penal uruguaya es clara en cuanto a no permitir los mensajes discriminatorios y que promuevan el odio, por razones de raza, género o religión. Sin embargo, a pesar de las reiteradas denuncias, se continúa con estas prácticas discriminatorias.